"Hay que tener sensibilidad con los vecinos". Lo reclama una de las personas que, en número cercano al centenar, se ha reunido la tarde de este viernes 13 de mayo en la plaza de Burtzeña para escuchar a la alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), que acude para "rendir cuentas" de sus gestiones sobre el barrio. Llega tres días después de que la asociación de vecinos advirtiera del inicio de protestas porque se sienten "abandonados" desde décadas y que tampoco los nuevos gobernantes locales cumplen las promesas. La mandataria ha llegado con seis de sus siete concejales, con los directores de Alcaldía y Urbanismo, con su asesor de prensa, un administrativo de confianza y con un grupo de afiliados del PNV. Dos agentes de la policía municipal pasean, aparentemente relajados, cerca de la reunión callejera. Una residente advierte a Del Campo de que, "casualmente", horas antes de su llegada han pintado los túneles, colocado flores y se ha notado una inusual presencia de la guardia urbana. "Te puedo asegurar que yo no he pedido que limpiaran", asegura la mandataria. Para este momento, la alcaldesa ya ha contestado a numerosos vecinos sobre temas diferentes y ha sufrido las insinuaciones o las afirmaciones directas y descarnadas que señalan que se intenta engañar a los residentes.| sigue leyendo