Marisol Mesón escribe: "Hace cuatro años, tras haber encabezado la candidatura que resultó ser la más votada en las elecciones autonómicas de 2012 y poco antes de ser Íñigo Urkullu investido como 'lehendakari', una vecina de nuestro municipio se suicidaba cuando iba a ser desahuciada. Ante esto, Urkullu declaró que tenía “disposición absoluta para acordar las medidas necesarias para evitar el drama que están suponiendo las ejecuciones de desahucios de viviendas” (se puede leer aún en su blog). No sólo disposición, en la misma declaración Urkullu apostaba por los compromisos, “huyendo de la demagogia”.
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