Una multitud disfruta de la bajada de goitiberas y la comida popular de las fiestas de Rontegi

Alrededor de un millar de personas se ha congregado en las calles de Rontegi para disfrutar, en la última mañana de las fiestas del barrio, este 18 de septiembre, de la recuperada tradición de la bajada de goitiberas, prólogo de la también multitudinaria comida popular, con más de 900 personas inscritas. Con mucha expectación y un punto de ansiedad por el retraso, los 60 participantes en la carrera popular —el doble que el año pasado— se preparaban en la cuesta junto al colegio público Rontegi. Este año, la organización ha contado con fotomotor.es para cronometrar la prueba y el reloj esperaba el comienzo de la bajada. "¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno!", coreaban los participantes, con Hugo Castañeira en primer lugar de salida. No todos eran niños. Siete de los 60 eran mayores, pero eso no les ha servido para imponerse en la carrera porque Orkatz Pérez ha sido el más veloz y ha completado los 420 metros del recorrido en sólo 53 segundos y 619 milésimas, con una velocidad aproximada de 28 kilómetros por hora. La actividad ha tenido, como no puede ser de otro modo, sus vuelcos y choques contra las paredes del recorrido, bien acolchadas con neumáticos y balas de paja. Eso no impedido que, tras la segunda curva y plena recta pendiente de la calle Nafarroa, Gerar no pudiera controlar la dirección y acabara casi debajo de un coche. El accidente provocaba el consiguiente susto, pero el pequeño salía por su propio pie, cojeando ligeramente, hasta la ambulancia presente en la prueba, que trasladaba al niño para comprobar que no era nada serio. El público hacía doble, triple y hasta cuádruple fila en las aceras para observar y fotografiar el paso de los participantes. También los balcones y ventaras servían de tribuna privilegiada para disfrutar de la carrera y del sol que, por fin, se ha decidido a asomar en estas fiestas de Rontegi. En la prueba oficial, con 14 corredores federados, el primero ha sido Félix Delgado, que ha completado los 670 de recorrido en 43 segundos y 116 milésimas, a 55 kilómetros por hora que han despertado el entusiasmo de los asistentes. El barrio, para mediodía, ya dejaba sentir el olor de las cocinas que preparaban la paella y las tortillas para los concursos gastronómicos y la masiva comida popular. Este año, el espacio se ha tenido que ampliar y también se ha llegado a la calle Castilla-León.