Javier escribe: "Soy uno de los miles de barakaldeses que ha perdido su empleo en estos últimos años y malvive con trabajos precarios desde entonces. De los que esperaba, al menos, tener una oportunidad con el plan de empleo del Ayuntamiento 2016. Pero lo que no nos habían contado nuestros políticos locales y de lo que yo me acabo de enterar, después de no haber sido ni preseleccionado y dirigirme a Lanbide a pedir explicaciones, es que era condición sine qua non para poder optar a un puesto de trabajo estar cobrando la RGI. Personas como es mi caso, con domicilio en casa de mi madre, sin ingresos, de hecho viviendo de la pensión de ella, no tengo derecho a este tipo de contratos que con tanta publicidad a cuenta de nuestros bolsillos nos buzonean nuestros queridos políticos. Pese a haber pasado media vida preparándome, y seguir ahora con cursos de Lanbide, buscar trabajo y jamás rechazar cualquier oferta de trabajo, a esos contratos solo pueden optar gente que cobre la RGI".
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