Cientos de personas con miles de flores han acudido este 1 de noviembre, como es tradicional, al cementerio de San Vicente, en Barakaldo, con motivo del día de Todos los Santos, para recordar a sus familiares fallecidos. Sin grandes aglomeraciones, aunque sin espacio de aparcamiento en los alrededores, la necrópolis municipal ha registrado un tránsito constante de vecinos, la mayoría con flores para depositar ante las tumbas y nichos. En algunos casos, han sido familias completas las que han acudido y permanecido durante algunas horas en el recinto. En otros, acudían una o dos personas, adecentaban un poco el lugar, si era necesario, y se marchaban tras unos minutos de silencio, algún símbolo religioso y, en ocasiones, lágrimas. En el cementerio han sido los niños los que aparecían como más despreocupados. Con el recuerdo de la noche anterior de Halloween, mencionaban que era el Día de los Muertos, y los hay que no se han podido resistir a jugar y subirse en los monumentos funerarios más llamativos.
↧